viernes, 31 de octubre de 2014

¿Qué pasa si no se trata el LGV?

Si no se recibe tratamiento para el linfogranuloma venéreo se pueden generar una serie de complicaciones muy molestas.
Se pueden formar abscesos (bolsas de pus) muy dolorosos en los genitales o en la región anal que pueden necesitar de una operación para sacarlos. Otras complicaciones del LGV no tratado son las úlceras e hinchazón de los genitales, debido a que esta enfermedad daña los vasos linfáticos.
También años después de los síntomas iniciales, si no es tratado, se pueden producir estrechamientos  o inflamaciones del recto, fístulas, endurecimiento de la piel de los genitales o comunicaciones anormales entre el recto y la vagina.

El LGV puede aumentar también el riesgo de infección de otras enfermedades de transmisión sexual, como por ejemplo, el VIH, la sífilis y la hepatitis C.

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