lunes, 20 de octubre de 2014

Como las ardillas en los árboles...

Como todos sabéis, las ardillas (antaño ya, hoy en día con tanta urbe es raro verlo sino en el monte) eran capaces de atravesar grandes distancias sin pisar el suelo, solamente saltando de rama en rama.

Pues bien, los microorganismos emplean un sistema similar para propagar la infección de una persona a otra y, de esta manera, asegurarse de que su propia vida no corre ningún riesgo (háblese de "existencia" en el caso de los virus, que ni vivos están).


En el caso de las ITS, los virus o bacterias responsables de causar la enfermedad se aprovechan de la anatomía y fisiología del ser humano para propagarse entre los individuos. Como estamos hablando de infecciones de transmisión sexual, lo lógico sería pensar que estos microorganismos solamente pueden infectar a un nuevo individuo a través de las relaciones sexuales o mediante el contacto con las secreciones tanto vaginales como testiculares.

Sin embargo, esto es incompleto, ya que estos patógenos también pueden transmitirse a través de la sangre, de ahí que sea común que un recién nacido presente VIH si la madre estaba infectada, ya que se produce la infección a través del intercambio de sustancias que ocurre en el cordón umbilical. Por este mismo motivo, una persona también puede ser infectada si recibe, a través de una transfusión, sangre de una persona que tuviese el virus en su sistema.


En resumen, para evitar la infección se deben mantener relaciones sexuales seguras, utilizando alguno de los más efectivos métodos anticonceptivos y, en caso contrario, realizarse análisis de forma rutinaria para, en caso de infección, detectarla en las fases iniciales y evitar el pleno desarrollo de cualquiera de estas enfermedades.

De la misma forma, la ardilla tenderá a comprobar la resistencia de la rama antes de saltar sobre ella. Buenas noches.

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