viernes, 24 de octubre de 2014

Pruebas diagnosticas hepatitis A, B y C.

El grupo de pruebas analíticas para los virus de la hepatitis corresponde a una serie de exámenes utilizados para detectar infección actual o previa por hepatitis A, hepatitis B o hepatitis C. Se pueden examinar muestras de sangre para más de un tipo de virus de la hepatitis al mismo tiempo. Las pruebas de antígenos y anticuerpos pueden detectar cada uno de los diferentes virus de la hepatitis.

La hepatitis A se diagnostica mediante un análisis de sangre. Este detecta la presencia de dos tipos distintos de anticuerpos contra el virus. En primer lugar, verifica la presencia o ausencia de anticuerpos IgM, que el sistema inmunológico desarrolla de cinco a diez días antes de que se manifiesten los síntomas y que suelen desaparecer dentro de los seis meses. También verifica la presencia de anticuerpos IgG, que reemplazan a los anticuerpos IgM y que protegen de una futura infección con el VHA.
Para diagnosticar la hepatitis B, se analiza la sangre para comprobar el antígeno de superficie de hepatitis B (HBsAg).  El antígeno HBs es una parte del virus y, por lo general, aparece en la sangre de seis a doce semanas después de la infección.  Si la prueba es positiva, se padece hepatitis B. En ese caso, se deben realizar más pruebas para comprobar si la infección por hepatitis B es nueva o antigua. Si se ha eliminado naturalmente el virus o si ha sido vacunado contra la hepatitis B, se tendrá anticuerpos contra la hepatitis B (anti-HB). El cuerpo los generó para destruir el virus. Si se tiene anti-HB, estará protegido contra una futura infección por el virus de la hepatitis B.
En el caso de la hepatitis C, primero se tendrá que comprobar si tiene anticuerpos contra la hepatitis C (anti-VHC). Si la prueba es positiva, esto significa que o bien se tiene el virus ahora, o se ha tenido anteriormente y ha sido eliminado. Los anticuerpos de la hepatitis C por lo general tardan entre siete y nueve semanas en aparecer en la sangre después de la infección. Si el sistema inmunitario está debilitado (por ejemplo, por VIH), el cuerpo puede tardar más tiempo en producir anticuerpos contra la hepatitis C o puede no producir ninguno en absoluto. Si la primera prueba es positiva, se hará una
prueba para el propio virus (ARN de la hepatitis C). Si esta prueba es también positiva, significa que se padece hepatitis C.

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