jueves, 30 de octubre de 2014

¿Cómo se diagnostica el LGV?

Para diagnosticar de forma efectiva el LGV (linfogranuloma venéreo) se debe realizar en primer lugar un examen físico para localizar las siguientes señales:

  • Fístula de supuración en el área del ano.
  • Úlcera en genitales.
  • Supuración.
  • Hinchazón de los labios genitales de la mujer.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos inguinales.
Cuando los síntomas son extremadamente graves, se realizan otras pruebas diagnósticas:
  • Examen específico de sangre: un análisis de sangre para detectar el nivel de anticuerpos confirmará la sospecha diagnóstica.
  • Biopsia de ganglio linfático.
  • Pruebas de laboratorio: la prueba más específica disponible es el cultivo de C. trachomatis en el aspirado de un ganglio linfático afectado.

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